DEFENSAS

–  Mamá, mamá – salió Mandi gritando de su habitación tras terminar la videoconferencia con su profesora.

–  ¿Qué pasa Mandi? ¿por qué gritas tanto? – contestó su madre respirando profundamente como intentando cargarse de paciencia.

–  La profe ha dicho que hagamos un vídeo de cómo podemos protegernos del coronavirus, pero que no sea lo que todos dicen de lavarse las manos y usar mascarillas, ¿me ayudarás?

–  Vale, intentaremos hacer algo diferente pero que sea cierto y valga para todos. Esta tarde buscaremos información por internet. ¿Estas de acuerdo?

–  Sí mami, eres la mejor del mundo mundial.

–  Deja de hacerme la pelota y recoge tu habitación. Yo te ayudo a ti y tu me ayudas a mí ¿ok?

–  Me parece justo.

Por la tarde Mandi y su madre se pusieron manos a la obra, encontraron mil trucos para sobrevivir al coronavirus, pero todos parecían inventos caseros para conseguir un montón de»likes». De repente dieron con el artículo de un médico extranjero donde hablaba muy clarito de la mejor forma para enfrentarnos a este virus y a otros. Mantener nuestras defensas altas, conseguir que nuestro sistema inmunitario esté en buenas condiciones. ¿Cómo conseguirlo? Era fácil, con una buena nutrición.

Confeccionaron una lista de frutas y verduras dando datos de la cantidad de vitaminas y minerales que contiene cada una.

Fue muy laborioso, pero muy instructivo.

Ambas aprendieron que si la vitamina C se junta con  el ácido fólico mejoran nuestras defensas, por lo tanto refuerzan el sistema inmunitario, por lo que nos aumenta la producción de glóbulos rojos y glóbulos blancos, así como también de anticuerpos.

Desde ese día Mandi no volvió a poner cara de asco a la hora de comer kiwi, brócoli, zanahoria, etc. Sabe lo importante que es estar bien nutrido.