CARTA A LOS REYES MAGOS

Queridos Reyes Magos:

Soy un niño de 67 años que os escribió su última carta hace casi 60.
Vosotros os preguntaréis “¿Por qué, José Luis, dejaste de escribirnos
cartas?” Y es que, cuando comprendí la enorme cantidad de trabajo que
tenéis y lo laborioso que os debe ser repartir ilusiones por todo el mundo
en una sola noche, decidí aliviar en lo poco que yo pudiera vuestra pesada
carga.
Pero este año me urge pediros un regalo. No es un regalo para mí, ni
para mi familia, ni para gente normal y corriente como yo; lo que os pido
es para que lo llevéis a una serie de personas, que son pocas, pero tienen
una excesiva influencia en el mundo. Esas personas están sembrando el
pánico y el horror por todas partes y están muy necesitadas de sensatez.
Eso es lo que os pido para ellos, que les regaléis SENSATEZ.
Cuando afloran las oscuras intenciones de estos insensatos, nos
ponen a todos en jaque, y a muchos, desgraciadamente, les hacen “mate”.
Mañana me despertaré muy temprano, cual niño ansioso por
comprobar si habéis acertado con su regalo. Siempre acertáis. Es por eso
que, y esta es mi ilusión, mañana al amanecer, las incertidumbres y
amenazas que acechan por doquier habrán desaparecido como por arte
de magia, la misma magia de la que vosotros andáis tan sobrados.
Gracias, Majestades.

José Luis.