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¿BULLYING?

Posted on Nov 2, 2017 by in Sin categoría | 0 comments

Bullyng

Alicia entraba en su clase de 3º de E.S.O como cada mañana, pero esta vez llevaba los brazos vendados desde la muñeca hasta el codo. Al verla sus compañeros, se hizo un gran silencio; en ese momento entraba el profesor que quedó  muy sorprendido por el estado de tranquilidad que había en la clase. Extrañado, preguntó si ocurría algo. Jeni, una muchacha algo conflictiva, repetidora, se levantó; preguntó si podía hablar a la clase. El profesor, que no salía de su asombro, ya que no era normal que esa joven participara en nada de la clase, dio su permiso.

Jeni se puso junto al profesor y, mirando a Alicia, comenzó su intervención algo nerviosa.

-Sé que durante este curso he sido un poco intransigente, que mi comportamiento tal vez sea algo agresivo. No estoy segura, pero tal vez sin querer  hacer gran daño, he permitido e incitado al bullying ése del que hablaba la profe de valores el otro día, pero de verdad que en ningún momento tenía intención de provocar nada como eso. Pido perdón y aseguro que no volverá a pasar. No podría vivir con algo así en mi conciencia.

Una vez terminado su discurso, se dirigió hacia Alicia, la abrazó y le dio un par de besos. El resto de la clase comenzó a aplaudir e hizo lo mismo.

El profesor, atónito, alabó las buenas intenciones de Jeni y el comportamiento del resto de la clase. Elogió la reflexión de la chica, felicitándola por ello. Pero el hombre seguía sin entender lo que estaba ocurriendo; llamó a Alicia y salieron al pasillo a hablar.

-¿Qué está pasando?, preguntó el profesor en voz baja para que no lo oyeran los de clase, -¿has tenido acoso y no has dicho nada? ¿qué significan esos vendajes?

Alicia algo asustada respondió:

-Es cierto que Jeni y unas cuantas chicas han estado metiéndose conmigo lo que va de curso, me dicen» empollona, déjame los ejercicios o te robo el móvil», pero no he hecho caso y he pasado de ellas. El otro día en la charla del bullying sí que noté que me miraban mucho, tal vez pensaban que iba a ir a Dirección a denunciarlas o algo así.

-¿Y las vendas? preguntó el profesor muy serio.

-Anoche haciendo la cena para sorprender a mis padres cuando vinieran del trabajo, se me incendió la sartén, me asusté mucho y en ese momento sólo se me ocurrió echar agua, lo que provocó que me salpicara el aceite hirviendo y me quemara los brazos, pero no reviste ninguna gravedad.

El profesor reflexionó unos segundos y le dijo:

-Creo que la charla sobre el bullying les impactó, al verte entrar hoy así habrán pensado que has intentado suicidarte. Sé que lo que te voy a decir no está bien, pero vamos a dejarlo así, que piensen lo que quieran. Si esto les ha hecho recapacitar sobre sus acciones, vamos a aprovecharlo. Si te preguntan cómo estás les dices que bien, que mejorando, e intenta evitar decir que te has quemado accidentalmente.

Al entrar en clase, el silencio nuevamente se adueñó de ésta.

El profesor aprovechó para decir lo orgulloso que estaba de lo que había ocurrido y que esperaba que si veían en el recreo, en otra clase e incluso en la calle, algún tipo de acoso, maltrato, vejación, etc lo notificaran inmediatamente. Era muy bueno que por fin entendieran que ciertos comportamientos podían  minar la autoestima de las personas y llevarlas a un estado de desesperación enorme.

Esa mañana no hubo clase de matemáticas, pero las enseñanzas que aprendieron todos fueron de un valor incalculable para el día a día.

 

¡¡NO     AL    BULLYING!!!!

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