NUEVO AMANECER

Me desperté temprano, la noche había sido cálida y la ventana abierta permitía que entrara el frescor de la madrugada; me quedé mirando desde la cama la danza de las cortinas al compás del ligero viento, poco a poco la luz del día iluminó la habitación; en ese momento me dije: llegó un nuevo amanecer, gracias por un nuevo día, y me levanté.